miércoles, 28 de diciembre de 2022

Jesucristo, ¿Hijo de Dios?

JESUCRISTO, ¿HIJO DE DIOS? (PARTE 1)

Autor: Dr. Laurence B. Brown, graduado de la Universidad Cornell, la Facultad de Medicina de la Universidad Brown y el programa de residencia del Hospital Universitario George Washington; cirujano oftalmólogo, oficial retirado de la Fuerza Aérea, director médico y jefe de un importante hospital del ojo. También es Ministro Interreligioso ordenado con un doctorado en teología y otro en religión, y autor de varios libros de religión comparada y ficción histórica.


Una de las diferencias más impactantes entre un gato y una

mentira, es que un gato solo tiene nueve vidas.

—Mark Twain, Pudd’nhead Wilson’s Calendar

[El Calendario de Cabezahueca Wilson].

¿Hijo de Dios, hijo de David, o hijo del Hombre? Jesús es identificado como “hijo de David” 14 veces en el Nuevo Testamento, comenzando con su primer versículo (Mateo 1:1). El Evangelio de Lucas documenta 41 generaciones entre Jesús y David, mientras que Mateo lista 26. Jesús, un descendiente lejano, sólo puede llevar el título de “hijo de David” metafóricamente. Pero, ¿cómo debemos entender entonces el título “Hijo de Dios”?

El “trilema”, una propuesta común de los misioneros cristianos, establece que Jesús sólo pudo ser un loco, un mentiroso, o el Hijo de Dios, tal y como declaró ser. Para esclarecer el tema, acordemos que Jesús no fue un lunático ni un mentiroso. Acordemos también que él fue precisamente lo que declaró ser. ¿Pero qué es eso exactamente? Jesús se llamó a sí mismo “Hijo del Hombre” frecuentemente, consistentemente, quizás incluso enfáticamente; pero, ¿dónde se llamó él mismo “Hijo de Dios”?

Retrocedamos. ¿Qué quiere decir “Hijo de Dios” en primer lugar? Ninguna secta cristiana legítima sugiere que Dios tomó una esposa y tuvo un hijo, y muy seguramente a nadie se le ocurre que Dios haya tenido un hijo con una madre humana fuera del matrimonio. Además, sugerir que Dios se unió físicamente con un elemento de Su creación va más allá de los límites de la tolerancia religiosa, al punto de caer en picada del acantilado de la blasfemia, siguiendo la mitología de los griegos.

Al no haber explicación racional dentro de los dogmas de la doctrina cristiana, la única vía para cerrar el tema es declarar otro misterio doctrinal. Aquí es donde el musulmán recuerda la pregunta planteada en el Corán: “¿Cómo podría tener un hijo si no tiene compañera y Él es Quien ha creado todo?” (TSC 6:101); mientras otros gritan “¡pero Dios todo lo puede!”, la posición islámica, sin embargo, es que Dios no hace cosas inapropiadas, sólo cosas Divinas. En el punto de vista islámico, el carácter de Dios forma un conjunto integral con Su ser y consistente con Su majestad.

Entonces, de nuevo, ¿qué significa “Hijo de Dios”? Y si Jesucristo tiene derechos exclusivos sobre ese título, ¿por qué la Biblia registra: “Yo (Dios) soy el padre de Israel; mi primogénito es Efraín (es decir, Israel)” (Jeremías 31:9 NIV); y: “Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito” (Éxodo 4:22)? Tomando esto en el contexto de Romanos 8:14, que dice: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”, muchos eruditos concluyen que “Hijo de Dios” es metafórico y, al igual que con christos, no implica exclusividad. Después de todo, The Oxford Dictionary of the Jewish Religion [Diccionario Oxford de la Religión Judía] confirma que en la terminología religiosa judía “Hijo de Dios” es claramente metafórico. Para citar: “Hijo de Dios, término hallado ocasionalmente en la literatura judía, bíblica y postbíblica, pero que en ningún momento da a entender descendencia física de la Divinidad”1. El Dictionary of The Bible [Diccionario de la Biblia] de Hasting comenta:

En semítico, el concepto de “descendencia” es ampliamente utilizado para denotar relación moral en lugar de física o metafísica. Así, “hijos de Belial” (Jueces 19:22, etc.) son hombres malvados, no descendientes de Belial; y en el Nuevo Testamento los “niños de la cámara de la novia”2 son invitados a la boda. De modo que un “hijo de Dios” es un hombre, o incluso un pueblo, que refleja el carácter de Dios. Hay poca evidencia de que el título fuera utilizado en círculos judíos del Mesías, y una descendencia que implicara más que una relación moral sería contraria al monoteísmo judío3.



Y en cualquier caso, la lista de candidatos para “hijo de Dios” comienza con Adán, según Lucas 3:38: “hijo de Adán, hijo de Dios”. Aquellos que refutan citando Mateo 3:17 (“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”)4 han pasado por alto el hecho de que la Biblia describe a mucha gente, incluyendo a Israel y a Adán, como “hijos de Dios”. Tanto en 2 Samuel 7:13-14 como en 1 Crónicas 22:10 se lee: “Él (Salomón) edificará casa a Mi nombre y Yo estableceré su trono por siempre. Yo le seré a él padre y él Me será a Mí hijo”. Naciones enteras son llamadas como hijos o niños de Dios. Entre ellas:

  1. Génesis 6:2, “que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres…”.
  2. Génesis 6:4, “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres…”.
  3. Deuteronomio 14:1, “Hijos sois de Jehová vuestro Dios”.
  4. Job 1:6, “Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios…”.
  5. Job 2:1, “Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová…”.
  6. Job 38:7, “Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?”
  7. Filipenses 2:15, “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa…”.
  8. 1 Juan 3:1-2, “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios… Amados, ahora somos hijos de Dios…”.

En Mateo 5:9 Jesús dice: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Más adelante, en Mateo 5:45, Jesús indicó a sus seguidores que cultivaran los atributos nobles “para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos”. No su padre exclusivamente, sino el padre de ellos

Notas

1 Werblowsky, R. J. Zwi; y Wigoder, Geoffrey. p. 653.

2 En inglés “children of the bridechamber”, se refiere a los familiares y amigos más cercanos de los novios, que en la cultura judía eran los encargados de amoblar y decorar la cámara nupcial. Esta metáfora aparece en la Biblia King James en Mateo 9:15, Marcos 2:19 y Lucas 5:34 [N. del T.]

3 Hastings, James. Dictionary of The Bible [Diccionario Bíblico]. p. 143.

4 Hoy en día es ampliamente aceptado que Mateo 3:17 es un pasaje que no se remonta a los tiempos de Jesús, sino que fue un añadido muy posterior. En los debates suscitados respecto a la Trinidad en el Concilio de Nicea, y en los textos de los Padres de la Iglesia, no aparece jamás alusión alguna a tal pasaje. En las ediciones más actualizadas de la Biblia ha sido removido. 1 Juan 5:7-8, otra cita utilizada para defender la doctrina de la Trinidad, también es casi en su totalidad un añadido posterior. Otras citas que han sido removidas por no encontrarse en los manuscritos más antiguos son Mateo 17:21 y Juan 5:4. [N. del T.]


Jesucristo, ¿Hijo de Dios? (Parte 2):

¿“Hijo” o “Siervo”?


El clero cristiano reconoce abiertamente lo anterior; pero declara que, aunque Jesús jamás se llamó a sí mismo “hijo de Dios”, otros lo hicieron. Esto también tiene su respuesta.

Investigando los manuscritos que conforman el Nuevo Testamento, uno encuentra que la alegada “filiación” de Jesús está basada en la mala traducción de dos palabras griegas: pais y huios, siendo que ambas pueden traducirse como “hijo”. Sin embargo, esta traducción no parece honesta. La palabra griega pais deriva del ebed hebreo, que tiene el significado primario de “siervo” o “esclavo”. Por ello, la traducción primaria de país theou es “siervo de Dios”, siendo “niño” o “hijo de Dios” un ornamento extravagante. De acuerdo con el Theological Dictionary of the New Testament [Diccionario Teológico del Nuevo Testamento], “el hebreo original de pais en la frase pais theou, es decir, ebed enfatiza una relación personal y tiene el primer sentido de ‘siervo’”1. Esto resulta aún más interesante porque encaja perfectamente con la profecía de Isaías 42:1, sostenida en Mateo 12:18: “He aquí mi siervo [del griego pais] a quien he escogido, Mi Amado, en quien se agrada mi alma…”.

No importa si la persona lee la King James Version [Versión Rey Jacobo], New King James Version [Nueva Versión Rey Jacobo], New Revised Standard Version [Nueva Versión Estándar Revisada], o New International Version [Nueva Versión Internacional], la palabra es “siervo” en todos los casos. Considerando que el propósito de la revelación es dejar clara la verdad de Dios, uno podría pensar que este pasaje es un lunar feo en la cara de la doctrina de la filiación divina. Después de todo, ¿qué mejor lugar para que Dios hubiera declarado a Jesús como Su hijo? ¿Qué mejor lugar para haber dicho “he aquí Mi hijo a quien he engendrado…”? Pero Él no dijo eso. En lo que respecta a este asunto, la doctrina carece de soporte bíblico en las palabras registradas de Jesús y de Dios, y hay una buena razón para preguntarse por qué. A menos que Jesús no fuera más que el siervo de Dios, como describe este pasaje.

Respecto al uso religioso de la palabra ebed, “el término sirve como una expresión de humildad utilizada por los justos frente a Dios”2. Además, “después del año 100 a.C. pais theou generalmente significaba “siervo de Dios”, como cuando es aplicado a Moisés, los Profetas, o los tres niños (Baruc 1:20; 2:20; Daniel 9:35)”3. Una persona puede fácilmente caer en tierras movedizas doctrinales respecto a este punto, puesto que de las 8 menciones de pais theou en el Nuevo Testamento, sólo 5 se refieren a Jesús (Mateo 12:18; Hechos 3:13 y 26; 4:27 y 30), las otras 3 están divididas entre Israel (Lucas 1:54) y David (Lucas 1:69; Hechos 4:25). De modo que Jesús no tiene derechos exclusivos sobre este título, y los expertos concluyen: “En las escasas ocasiones en que Jesús es llamado pais theou obviamente tenemos una tradición temprana”4.

Además, la traducción, si es imparcial, debería ser igual –todos los individuos etiquetados como pais theou en griego deberían ser idénticos en la traducción–. Este, sin embargo, no es el caso. Mientras que pais ha sido traducido como “siervo” en referencia a Israel y a David en los versículos antes mencionados, es traducido como “Hijo” o “niño santo” en referencia a Jesús. Este tratamiento preferencial es consistente canónicamente, pero defectuoso lógicamente.

Finalmente, un paralelo interesante, si no crucial, está al descubierto: “Mientras la frase griega pais tou theou, ‘siervo de Dios’ tiene exactamente la misma connotación en el nombre musulmán Abdallah –el ‘siervo de Allah’–”5.

La simetría es aún más sorprendente, en cuanto que el Sagrado Corán relata que Jesús se identificó a sí mismo de esa forma –Abdallah (abd es la palabra árabe para “esclavo” o “siervo”, Abd-Allah [también pronunciado “Abdullah”] significa “esclavo o siervo de Allah”). De acuerdo con el relato, cuando María regresó con su familia llevando a Jesús recién nacido, ellos la acusaron de fornicación. Hablando desde la cuna en un milagro que dio credibilidad a sus declaraciones, el bebé Jesús defendió la virtud de su madre con las palabras “Inni Abdullah…”, lo que significa “Por cierto que soy el siervo de Allah…” (TSC 19:30).

La traducción en el Nuevo Testamento del griego huios a “hijo” (en el sentido literal de la palabra) es igualmente defectuosa. En la página 1210 del Theological Dictionary of the New Testament [Diccionario Teológico del Nuevo Testamento] de Kittel y Friedrich, el significado de huios va desde el literal (Jesús el hijo de María), al ligeramente metafórico (los creyentes son hijos del rey [Mateo 17:25-26]), al cortésmente metafórico (los elegidos por Dios son hijos de Abraham [Lucas 19:9]), al coloquialmente metafórico (creyentes como hijos de Dios [Mateo 7:9 y Hebreos 12:5]), al espiritualmente metafórico (estudiantes como hijos de los Fariseos [Mateo 12:27, Hechos 23:6]), al biológicamente metafórico (como en Juan 19:26, donde Jesús le describe su discípulo favorito a María como “su hijo”), al oscuramente metafórico como “hijos del reino” (Mateo 8:12), “hijos de paz” (Lucas 10:6), “hijos de luz” (Lucas 16:8), y de todo, desde “hijos de este mundo” (Lucas 16:8)6(NE) a “hijos del trueno” (Marcos 3:17). Es como si esta palabra incomprendida para “hijo” estuviera ondeando una gran bandera con letras enormes que leen: ¡METÁFORA! O como pone Stanton elocuentemente: “La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que la palabra aramea o hebrea detrás de ‘hijo’ es ‘siervo’. Así como el Espíritu desciende sobre Jesús en su bautismo, Jesús es conducido por la voz desde el cielo en términos de Isaías 42:1: ‘He aquí Mi siervo… Mi escogido… he puesto sobre él Mi Espíritu’. De modo que aunque Marcos 1:11 y 9:7 aseguran que Jesús es llamado por Dios para una tarea mesiánica especial, el énfasis es sobre el papel de Jesús como el siervo ungido, y no como el Hijo de Dios”7.

Si desea más información sobre este tema puede leer en línea o descargar el libro ¿Desviados? del siguiente link:

http://www.leveltruth.com/books_downloads.html

Copyright © 2007 Laurence B. Brown

Se concede permiso para la reproducción libre y sin restricciones; siempre y cuando se reproduzca en su totalidad, sin omisiones, adiciones o modificaciones.

 

Notas

1 Kittel, Gerhard y Friedrich, Gerhard. p. 763.

2 Ibíd.

3 Kittel, Gerhard y Friedrich, Gerhard. p. 765.

4 Ibíd. p. 767.

5 Carmichael, Joel. pp. 255-6.

6 En inglés “children of this world”, tal y como aparece en la King James. La traducción “hijos de este mundo” se lee en la Biblia de Ausejo (Editorial Herder, 1975). En la Reina-Valera 1960 y en la Nácar- Colunga aparece “hijos de este siglo”. La NVI dice “los de este mundo”. [N. del T.]

7 Stanton, Graham N. p. 225.

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